El Ayuntamiento acomete obras de mejora y recuperación en La Fuente del Lugar

La Fuente del Lugar, punto de gran interés patrimonial e histórico municipal por ser parte del emplazamiento desde donde se originó y nació Granadilla de Abona, está siendo objeto en la actualidad de obras de mejora y de recuperación por parte del Ayuntamiento, a través de la concejalía de Patrimonio Histórico cuyo responsable es Fredi Oramas.

El edil explica que a través de esta actuación se busca la adecuación y mantenimiento de este espacio para conservar no solo un bien único desde el punto de vista cultural, histórico y patrimonial, sino también por ser un emblema del municipio y de la comarca y del modo de vida aborigen y del asentamiento de los conquistadores en el sur de la isla. Su ubicación y explotación explica el nacimiento del Caserío sobre La Fuente, la construcción de la ermita de Santa Lucía y de la Villa Histórica de Granadilla de Abona. El concejal agrega que los trabajos de reforma están siendo ejecutados a través de personal de convenio y que, además, está previsto realizar en próximas fechas la mejora del camino que une este lugar con la zona de Santa Lucía.

‘Desde donde brotó Granadilla’

Entre Granadilla casco y Vicácaro se encuentra el Barranco de La Fuente, un accidente natural donde se ubica La Fuente del Lugar y el espacio “del que brotó Granadilla”, tal y como explica el cartel informativo que se encuentra en este emplazamiento y que ilustra una escena cotidiana de la primera mitad del siglo XX.

La fuente posee un alto valor cultural, junto con el Caserío sobre La Fuente, declarado Bien de Interés Cultural el 23 de abril de 2015, y cuyo nombre se debe a esta fuente natural de agua, que hoy un sitio tranquilo donde puedes escuchar el sonido del agua y los pájaros, pero que antaño era un lugar muy concurrido. Desde tiempos aborígenes y hasta la construcción del canal del Sur, en 1945, esta zona dio de beber a muchas generaciones. De hecho, en el desértico Sur de aquella época fue decisivo para que surgiera Granadilla. Allí se desplazaba la población a surtirse de agua, siendo las mujeres las encargadas de llevar el agua en toneles y tinajas hasta sus viviendas, además de ser un lugar de reunión, encuentro y de paso de muchos arrieros que hacían la ruta Norte-Sur, que transitaban por allí a descansar y dar de beber a sus animales.