El SUC enseña cómo afrontar los riesgos del verano

Artículo escrito por: Redacción

La prevención ante posibles riesgos constituye uno de los elementos claves para realizar todas aquellas actividades al aire libre que nos permitan disfrutar de un verano saludable y sin sustos. En esta línea, el Servicio de Urgencias Canario (SUC), dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, enseña a los ciudadanos cómo prevenir los principales riesgos o cómo actuar para paliar al máximo sus repercusiones cuando, a pesar de las medidas preventivas que tomemos, esas situaciones se producen.

Uno de los riesgos principales a los que nos enfrentamos en verano son los posibles ahogamientos de ahí que el SUC recomiende, ante todo, respetar las señales que indiquen si la playa es apta o no para el baño  y seguir las indicaciones de los socorristas en caso de que los hubiera.  Cuando queramos bañarnos es recomendable entrar en el mar poco a poco para evitar los cambios bruscos de temperatura y una vez dentro evitar las zonas de corriente y salir rápidamente del agua ante cualquier síntoma de malestar.

Las quemaduras solares, insolaciones o golpes de calor y las deshidrataciones son también muy frecuentes en los mese veraniegos. Ante ello, el  SUC aconseja controlar siempre la temperatura que hay en el exterior para así actuar de manera preventiva  evitando la exposición al sol en horas de mayor intensidad  -de 12:00 a 17:00 horas-; utilizar gorras, ropa fresca y protectores solares con frecuencia para evitar las quemaduras; no realizar ejercicio físico intenso bajo el sol o en las horas de más calor y tomar líquidos a menudo, especialmente los niños y personas mayores, para evitar posibles deshidrataciones.

Si a pesar de tomar estas medidas preventivas se sufre alguna de esta situaciones debemos actuar de la siguiente forma: Ante una quemadura solar se debe interrumpir la exposición al sol, refrescar la piel, aplicar cremas hidratantes y beber mucha agua. En el caso de que las quemaduras hayan producido ampollas o sea demasiado extensa es recomendable acudir al médico.

En el caso de que una persona sufra una insolación o golpe de calor la primera medida que se debe tomar es colocarla a la sombra, en un lugar fresco y ventilado, poner paños húmedos en la frente y flexuras (muñecas, ingles…) y darle  agua poco a poco si la persona está consciente. Hay que tener en cuenta que los síntomas de estas afecciones varían en función de la gravedad desde el dolor de cabeza, cara congestionada o sensación de fatiga, entre otros, hasta la inexistencia de sudoración y piel seca, caliente y enrojecida.

Si aparecen síntomas graves como la piel seca y caliente, convulsiones o alteración de conciencia-, se debe llamar inmediatamente al 1-1-2  ya que podemos estar ante una emergencia con riesgo incluso de muerte.

Intoxicaciones alimentarias

Otro de los riesgos más comunes de la época veraniega son las intoxicaciones alimentarias  o las gastroenteritis derivadas de los excesos gastronómicos. Para evitarlas el SUC recomienda llevar a cabo una alimentación rica en frutas, verduras y hortalizas, evitando  las grasas y  los alimentos enlatados. En caso de querer realizar una comida al aire libre es imprescindible transportarla y conservarla en neveras portátiles que garanticen el mantenimiento de una adecuada temperatura para conservar los alimentos en buen estado así como evitar consumir platos que puedan descomponerse fácilmente cuando hay altas temperaturas.

Si a pesar de haber tomado estas prevenciones alguna persona presentan síntomas como vómitos y  diarreas debe ponerse en contacto con el 1-1-2 y seguir las indicaciones del médico coordinador del SUC.

Las picaduras de medusas o insectos es otro de los riesgos del verano de ahí que se tengan que extremar las precauciones para que no se produzcan. En el caso de las primeras hay que evitar el baño en las zonas donde se haya detectado su presencia y llevar siempre en el bolso de la playa una crema específica para este tipo de picaduras; no obstante si se produjera el caso lo más importante, según el SUC, es acudir al centro de socorro de la playa si lo hubiera o al médico más cercano para que valore la envergadura de la picadura. Para las picaduras de insectos es conveniente utilizar repelentes con el fin de evitarlas pero si estas se produjeran lo más conveniente es limpiar la zonas con agua y jabón, aplicar frío localmente varias veces y poner una crema específica en el área afectada.  Si en un escaso periodo de tiempo el afectado se empieza a encontrar mal o tiene algún tipo de problema respiratorio llame inmediatamente al 1-1-2 ya que podemos estar ante un caso grave.

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