Juan Carlos Armas: "En los plenos no todo tiene por qué ser de un color"

Artículo escrito por: Rayco Vargas

¿Más tranquilo en cuanto al trabajo?

Hemos terminado una etapa en la que hemso estado durante casi dos años en el Ayuntamiento trabajando muy duro y bueno, se ha terminado esta etapa y seguimos.

 

Fue tu primera incursión en la política...

Si, fue la primera vez que me ponía al frente de un partido. Siempre he tenido las ideas claras, siempre he creido en las personas, y el proyecto de Coalición Canaria me parecía interesante.

 

¿Terminas decepcionado?

La verdad es que decepcionado no salgo. Me llevo los buens momentos que hemos tenido en ese Ayuntamiento, el trabajo realizado, los proyectos empezados, las ganas del equipo de trabajo... Le doy las gracias a toda la gente que trabaja en el Ayuntamiento, porque la verdad es que ellos son los que se quedan. Desde el principio dije que yo no iba a calentar ningún sillón. Estamos puestos ahí por el pueblo y tenemos una duración máxima. Teníamos un pacto y creo que era un buen pacto, de transparencia, que podía haber seguido y podía haber mejorado, pero pienso que entre ambas partes hay que ser muy generosos. Creo que aquí faltó ser un poco más generosos y haber escuchado un poquito más para poder salvar la situación y seguir gobernando en Candelaria con tranquilidad. Era un pacto que daba estabilidad al muncipio.

 

¿Existe la generosidad en la política? ¿Has visto generosidad en política?

Por mi parte sí. Siempre he sido bastante generoso en todo momento, desde el principio y en todo momento, y mis compañeros del grupo de gobierno también. Por ejemplo, la primera vez, los presupuestos salieron casi sin contar con la gente de Coalición Canaria. Lo hablamos, fuimos bastante generosos y seguimos. Creíamos que la experiencia de ellos era un poquito mayor, y lo aceptamos, pero no se contó con nosotros. Hemos trabajado codo a codo y hemos impulsado cosas en conjunto apoyando para que todo saliera bien. Pero bueno, dos concejales nuestros fueron destituidos y a partir de ahí las cosas cambiaron un poco. Éramos cinco, y los cinco tienen voz y voto en nuestros cómites.

 

¿Y qué tiene que decir de esos dos concejales?

Romén Mantecón se confundió en el voto y Vaitiare, por cuestiones obvias y que son del todo respetables, optó por votar en contra porque en un momento dado en el famoso pleno —en el que hubo muchos datos erróneos que confundían— vio datos que desconocía. También pensamos que hubo una especie de castigo, entre comillas. Nos cesaron, pero en otros municipios los concejales pueden votar por lo que ellos crean y no tienen por qué ser destituidos. Al final el partido habló con Mari Brito y le comentó que lo lógico era devolver las competencias y el partido sería quien decidiría las medidas a tomar. Entiendo perfectamente que es la alcaldesa y ella tiene que tomar sus decisiones, pero esto es un pacto de dos grupos en el que hay cosas que podemos aceptar y cosas que no. En los plenos no todo tiene por qué ser de un color.

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