“Hay que abrir un punto de reflexión importante acerca de la accesibilidad del juego online”

Artículo escrito por: DVB

 

¿Cuál es el mayor problema que plantean las páginas de apuestas?

La accesibilidad. Podemos tener a un chiquillo de 15 años a quien, por ejemplo, se le saca una tarjeta de crédito para que se vaya de viaje y de repente uno se entera de que se está gastando el dinero en póker online

Hace 10 años era impensable, pero ahora podemos apostar en cualquier momento solo con tener un teléfono. Por ejemplo, ¿se nos hubiera pasado por la cabeza hace 10 años que un chiquillo de 15 años fuera a un bingo? Pues es lo que están haciendo ahora, pero en internet. Y no es como ir a comprar una quiniela, que es simple suerte. No, esto se trata de un juego que además tiene un atractivo adicional en el hecho de que hace falta cierta habilidad y que esta se puede ir adquiriendo.

¿Ha cambiado el perfil de las personas con adicción al juego?

Sí, indudablemente. Hace unos años nadie hubiera pensado que jóvenes e incluso adolescentes pudieran estar enganchados al juego. Podíamos tener jóvenes antes que jugaban alguna timba de póker, pero eran analógicas, es decir, tenías que jugarlas in situ. En este caso no; puedes jugar una timba de póker o apostar en algún deporte a la hora que quieras. Metes tu tarjeta y de ella van a tirar si necesitan cobrarte una deuda.

¿Cómo se enganchan?

No nos olvidemos que todo este tipo de juegos proporcionan una sensación placentera. Es decir, quien se engancha no lo hace porque sea tonto sino porque está solo, porque le parece interesante, porque puede pensar que puede ser la solución a sus problemas económicos y, además, como le sale bien la primera vez, lo va a repetir. Cuando hablo con los chiquillos les digo que las apuestas les quitan la libertad. Que tengas el derecho a apostar porque te apetece me parece bien, pero el problema surge cuando dejas de tener la capacidad de controlar eso, y es terrible, porque puede llegar a ser algo  grave.

¿Qué papel juega la publicidad en el cambio de tendencia en la edad del jugador?

Llevo muchos años trabajando con las adicciones y me llama mucho la atención ver que se está utilizando como gancho a personajes conocidos, básicamente deportistas. A mí esto me hace reflexionar y pensar qué pasaría —sabiendo que las adicciones no químicas son tan peligrosas como las químicas— si nos encontráramos a un deportista promocionando una marca de tabaco. Vemos los logotipos de diferentes casas de apuestas y páginas web de apuestas impresas en las camisetas de fútbol y otros deportes que compran jóvenes y niños...

No quiero decir nombres, pero todos tenemos en la cabeza quiénes son. Si ellos juegan y lo hacen, no puede ser malo. Es decir, les están vendiendo imágenes de éxito a través de gente de éxito. No olvidamos que estamos jugando con cerebros vulnerables que se sienten atraídos por lo sencillo y lo fácil, y pueden meterse en un serio problema.

¿Qué es lo primero que habría que regular?

Lo primero que plantearía es la regulación de la publicidad física para evitar que jugadores de fútbol, de tenis o de cualquier deporte no puedan estar haciendo promoción de las apuestas online. Hasta hace poco tiempo los coches de Fórmula 1 llevaban anuncios de marcas de tabaco; ahora hay algunos equipos que han sido financiados por casas de apuestas.

También creo que hay que abrir un punto de reflexión importante acerca de la accesibilidad del juego online. Tiene que fundamentarse en la educación, pero también en la regulación, que no hay mucha.

¿Cuál es la realidad en Canarias?

En Canarias no tenemos aún datos específicos. Si es verdad que, a través de la Dirección General de Salud Pública, los colegios de psicología de Tenerife y Gran Canaria llevamos dos años trabajando con el programa 'Desenrédate' para darles una alternativa de uso responsable y maduro de internet. Pero esto es un mundo diferente y nos preocupa mucho, porque la adicción al juego se produce en el mismo lugar que cualquier otro tipo de adicción, en el cerebro. En el Plan Nacional sobre Drogas ya se está planteando todo lo relacionado con otras adicciones y en el próximo plan canario también se incluirá.

¿Cómo pueden los padres detectar que sus hijos están enganchados?

Aquí hay dos puntos clave. Por una parte, la mayoría de edad. Nuestros hijos, hasta que tienen 18 años, son responsabilidad nuestra. Se ven cosas absurdas, como niños que tienen tarjetas de crédito en las que no pueden entrar ni su padre ni su madre. Entonces lo primero es acudir al banco y pedir monitorización de los movimientos de la tarjeta. Luego, si se detecta este problema en un joven obviamente hay que acudir a un psicólogo para comenzar con un proceso de deshabituación de esa conducta. La educación de nuestros hijos ya no pasa solo por estar pendiente de cuando llegan, cuando se van, si estudian o no... Hay que estar pendientes de lo que ven, dónde acceden, y también intentar que los teléfonos móviles los tengan para situaciones particulares, y que el acceso a internet en casa esté vigilado. En el fondo esto se previene con muchísima educación y siendo consciente de que el ser humano necesita tener un sentido en su vida. 

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